‘El sumidero no es basurero’: la campaña del Acueducto contra taponamiento de desagües y alcantarillas

Personal del Acueducto de Bogotá limpiando uno de los sumideros de la ciudad
Capital
Bogotá y localidades
Jue, 16/05/2024 - 15:38

Aunque las épocas de lluvia en Bogotá suponen un alivio para el medioambiente y los ecosistemas y previene la escasez del recurso para determinados usos (los cultivos en zonas rurales de la ciudad, por ejemplo, o el nivel de los embalses que proveen el líquido para uso cotidiano), hay una realidad que suele imperar con los aguaceros: vías inundadas.


Algunas avenidas de la ciudad se convierten en enormes charcos a raíz de la acumulación del agua que no fluye con solvencia hasta el desagüe respectivo. Esta situación incide tanto en conductoras y conductores como en transeúntes: los carros y las motos tienen riesgos al ‘andar sobre el agua’ así como las personas, en el caso menos peligroso, pueden terminar con los zapatos inundados y el agua rozándoles los tobillos.


Una de las razones por las cuales ocurre esto es el mal uso de las alcantarillas, cañerías y desagües de la ciudad, ya que se han convertido en pequeños basureros que se taponan con los desechos arrojados día tras día.  

 

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‘El sumidero no es basurero’: la nueva apuesta del Acueducto de Bogotá



Este año, Bogotá ha sufrido las consecuencias del Fenómeno del Niño y los primeros indicios del Fenómeno de La Niña.


Por un lado, 2024 empezó con sol intenso, altas temperaturas y ni una sola gota de agua proveniente del cielo, lo que, entre otros hechos, dificultó que se mitigaran los incendios de los Cerros Orientales presentados a mediados de enero.


En febrero y marzo el agua se convirtió en la cuestión principal: los niveles de los embalses se reducían (por algo lógico aunque trágico: si no había lluvia, no se recuperaba el agua distribuida a diario en Bogotá) por lo que la Alcaldía de la ciudad, en cabeza de Carlos Fernando Galán, y diversas entidades consolidaron una estrategia de racionamiento de agua que comenzó el pasado 11 de abril y sigue vigente hasta la fecha.


Entonces volvieron las lluvias hace unas semanas: una gran noticia para los embalses y los ecosistemas pero una ‘no tan buena’ para las alcantarillas y el sistema de drenaje de la ciudad.

 

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Teniendo en cuenta que la temporada de lluvias continúa, el Acueducto de Bogotá impulsó la campaña ‘Sumidero no es basurero’, la cual, acompañada de limpieza de alcantarillas y drenajes, invita a la conciencia ciudadana sobre la forma adecuada de desechar la basura.


“Este año, hemos retirado más de 31 mil toneladas de residuos de rejillas y sumideros. Esos son, más o menos, ocho mil millones de pesos que hubiéramos podido invertir en la mejora de infraestructura de la ciudad”, afirmó Natasha Avendaño, gerente del Acueducto.


Esta campaña, además de aliviar el tránsito en las vías y los espacios públicos de Bogotá, también incide en la protección del medioambiente de la ciudad: entre menos basura se arroje al piso (o a las rejillas, o a cualquier otra parte que no sea una caneca autorizada), el proceso de descomposición de diversos desechos no afecta ningún ecosistema.


Ahora bien, la basura convencional (el papel del paquete de papas, la envoltura del dulce, la tapa del jugo) se combina con otros elementos mucho más contundentes en el daño a las rejillas: los escombros.


Es importante recordar que los escombros, si bien son residuos de construcciones, no se pueden arrojar a la basura así como así: la Línea 110, dispuesta por la Alcaldía de Bogotá, funciona para hacer la solicitud de recolección. Ese material requiere un trato distinto.


‘Sumidero no es basurero’ le apunta también al cuidado de zonas consideradas con alto impacto ambiental. “La recomendación es que no ocupen terrenos que son inestables. Tenemos 270 puntos en los que hacemos monitoreo con la Secretaría del Hábitat”, señaló Guillermo Escobar, director del IDIGER.



¿Cómo mantenemos limpios los sumideros de Bogotá?

 

Si bien la jornada del Acueducto se enfocó en limpieza y recolección, la invitación es a mantener los sumideros en el mejor estado posible con el fin de evitar que las temporadas de lluvias produzcan dificultades en todo tipo de tránsito en la ciudad.

 

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La entidad entregó al menos cinco recomendaciones al respecto:


No taponar con escombros: como se mencionó con anterioridad, existe un protocolo para que Aguas de Bogotá recoja los residuos de las construcciones.


Recoger residuos en bolsas cerradas: si se sellan bien estas bolsas se reduce la probabilidad de que los desechos se esparzan en una caneca o en el suelo.


Respetar horarios de recolección: si la basura se saca en momentos determinados se evita la acumulación de bolsas en postes o zonas cercanas a contenedores.


No arrojar grasas a las tuberías: esta sustancia, así como otras, pueden taponar tuberías y desagües tanto en un sitio doméstico como en toda la ciudad.


Arrojar elementos sanitarios a las canecas: existe una disposición en el sistema de basuras de la ciudad, gracias a la Resolución 2184 de 2019, con la cual es posible conocer qué tipo de desechos van en cuál depósito: Caneca Blanca (Residuos Aprovechables como plástico, vidrio, metales, papel y cartón), Caneca Negra (Residuos No Aprovechables como el papel higiénico, servilletas, papeles y cartones contaminados con alimentos y papeles metalizados) y Caneca Verde (Residuos Orgánicos Aprovechables como restos de alimentos desechos agrícolas y poda de césped).

 

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