El SKA presente en el segundo día de Rock al Parque 2025

Con el SKA y el indie a tope, transcurrió el segundo día de Rock al Parque 2025. El ombligo de tres días llenos de ROCK en el Parque Simón Bolívar.

Con las guitarras aun vibrando del día anterior, Rock al Parque 2025 vivió un segundo día cargado de diversidad sonora, energía colectiva y momentos memorables. Este domingo 22 de junio, el Parque Simón Bolívar volvió a abrir sus puertas desde la 1 de la tarde para recibir a miles de almas rockeras listas para sumergirse en una jornada donde convivieron el ska, el punk, el rock alternativo, el reggae y la potencia del metal latinoamericano.

En el escenario Plaza, la jornada comenzó con fuerza desde lo local con Urdaneta, que trajo un repertorio que osciló entre el groove y la experimentación electrónica, marcando un inicio fresco y elegante.

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Desde Panamá, Los Rabanes contagiaron su energía caribeña con fusión de rock latino, reggae y ska, regalando un show lleno de ritmo, humor y buena vibra. Más tarde, Silvestre y La Naranja, desde Argentina, pusieron un tono más suave y nostálgico con su pop alternativo de guitarras pulidas y letras íntimas, creando un paréntesis emocional entre tanta fuerza rítmica.

El cierre estuvo a cargo de los icónicos Los Cafres, quienes aligeraron el ambiente con su sonido reggae importado desde tierras argentinas.

Rock al Parque 2025: un festival con música para todos y todas

Por el lado del escenario Bio, la mezcla fue igual de explosiva. Se vivió una travesía indie y alternativa local e internacional: Bat Habits puso su sello grunge indie emergente, luego Chimó Psicodélico mezcló ritmos llaneros y psicodelia, Hermana Furia (España) trajo rock alternativo directo, Allison (México) desplegó su energía pop punk, Apolo 7 representó al stoner rock bogotano con oficio y peso latino, y El Mató a un Policía Motorizado (Argentina) cerró con indie melancólico y letras profundas.

En el escenario Eco se apostó por propuestas arriesgadas: desde Yo No La Tengo, rock alternativo con tintes punk y urbano, hasta Viniloversus (Venezuela) con su onda post rock, Desierto Drive (México) aportó intensidad instrumental, Buha 2030 fusionó post punk, jazz y electrónica experimental, y Descartes a Kant (México) cerró la tarde con rock progresivo de corte vanguardista y emocional.

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Así cerró el segundo día de Rock al Parque: una celebración del mestizaje musical, la multiculturalidad y el poder transformador del arte en vivo. Bogotá, una vez más, vibró con fuerza desde sus tarimas.

¡Nos vemos en la tercera y última jornada de ROCK!