Bogotá frente al reto de la salud mental: cifras, causas y posibles soluciones

Panorama de la salud mental en la ciudad en Hablemos Bogotá
nazlhy.lopez
Actualidad
Lun, 01/09/2025 - 08:16

En Hablemos Bogotá le pusimos la lupa al panorama actual de la salud mental en la ciudad, junto a analistas, expertos y la ciudadanía, abordamos cuáles son las principales causas que hoy afectan el bienestar emocional de los capitalinos, cómo la polarización y el uso de las redes sociales influyen en los estados de ánimo, y qué medidas están adoptando las autoridades frente al aumento de los casos que se reportan cada vez con mayor frecuencia.

De acuerdo con Gerson Bermont, secretario de Salud, la salud mental de la población en la ciudad es una de las problemáticas centrales que hay que trabajar en Bogotá, tanto a nivel individual como colectivo, dado que el entorno que rodea a las personas influye en su percepción de bienestar de forma positiva o negativa.

“La salud mental hay que trabajarla todos los días, cada individuo, cada familia, todas las instituciones, los medios de comunicación, debemos trabajar en mejorar y prevenir que esa emoción de hoy se vuelva un trastorno como ansiedad o depresión”, explicó Bermont.

Se espera que cuando las personas atraviesen momentos de angustia, ansiedad o tristeza, busquen apoyo oportuno en los diferentes recursos disponibles, ya sea a través de una consulta médica en salud mental, una llamada a las líneas de escucha, el respaldo de una red de amigos o familiares, o la orientación profesional de especialistas, la idea es que nadie afronte en silencio situaciones que pueden agravarse si no reciben atención adecuada.

“Que sea normal que levante la mano, que pida ayuda, que no le de pena, que no crea que eso es algo extraño, es muy común, 775.000 atenciones en salud mental hicimos en 2024, eso no habla de que sea una sociedad que está muy enferma, habla también de un sistema que está atendiendo a su gente”, señaló.

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Salud mental infantil en Bogotá: la importancia del diagnóstico temprano

En Bogotá, 156.884 menores de edad recibieron atención por trastornos del desarrollo neurológico. Este dato refleja no solo la magnitud del fenómeno, sino también los avances en materia de diagnóstico, pues cada vez se identifican con mayor precisión estas condiciones en niños y jóvenes, lo que facilita iniciar tratamientos oportunos.

Además, entre las principales afectaciones de salud mental en esta población se encuentran los trastornos disruptivos del control de impulsos y de la conducta, los trastornos de ansiedad y los relacionados con el sueño.

“El cerebro es un órgano activo que se estimula de acuerdo a las capacidades que le genera la vida para resolver problemas, y cuando no tenemos esa capacidad de poder relacionarnos, las redes sociales efectivamente nos aíslan en vez de unirnos, no se desarrollan esas capacidades y empieza a haber dificultades”, indicó el secretario de Salud.  

El estilo de vida actual, marcado por la inmediatez y la presión social, sumado al papel protagónico de las redes sociales en la vida de los jóvenes, transforma la forma en que se comunican, construyen vínculos y conocen nuevas personas. Esta hiperconexión digital trae consigo riesgos: aumenta la exposición a la comparación constante, al ciberacoso y a la sobreinformación, factores que impactan directamente en la salud mental.

“Entendamos que no es que esté sucediendo más, es que hay mayores capacidades para atenderlo, y los estamos identificando más”, explicó Bermont sobre las cifras en atención, que evidencian cómo en la actualidad existen más herramientas, mayor formación y rutas claras que permiten identificar a tiempo lo que antes pasaba inadvertido.

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¿Cómo las redes sociales y la polarización afectan la salud mental en Bogotá?

Las redes sociales forman parte de nuestra realidad actual, pasamos horas interactuando, aprendiendo, conociendo personas y, en muchos casos, encontrando en ellas una forma de compañía.

Para muchos jóvenes se convierten en un espacio de socialización y expresión, pero también en un escenario donde se construyen ideales de vida poco realistas y se refuerza la presión por la aceptación social.

“El uso descontrolado de las redes sociales puede generar múltiples riesgos, casos de ansiedad, distorsiones en el sueño, dificultades para concentrarse, también vemos una fuerte dependencia emocional de la imagen”, resaltó la psicóloga Paula Camacho.

Asimismo, la polarización tiene en las redes sociales uno de sus escenarios más visibles, pues los algoritmos tienden a encerrar a los usuarios en burbujas de contenido donde predomina lo que reafirma sus creencias, mientras el anonimato favorece expresiones agresivas y radicales.

“Eso ha generado un fenómeno llamado el filtro burbuja, que consiste en que la persona, debido a estos algoritmos, cada vez le va a aparecer información directamente relacionada con su interés y se empieza a alejar de la información que lo confronta, que le muestra otra mirada”, asegura Juan Felipe Alzate, profesor de sociología Universidad Santo Tomás.

Según reflexiona el secretario de Salud, Gerson Bermont, las tecnologías en sí mismas no son buenas ni malas, todo depende del uso que les den las personas, especialmente, en un contexto marcado por la expansión de las redes sociales y el auge de la inteligencia artificial. Somos nosotros quienes decidimos si estas herramientas tendrán un impacto positivo o negativo en nuestra vida y, particularmente, en nuestra salud mental.

“Los seres humanos somos una ecuación: tenemos unas características biológicas, un sello básico, y cómo nos vamos construyendo como personas está influido por el entorno social. Cuando esa ecuación se desequilibra es cuando surgen dificultades. Situaciones como la actual, en la que hemos perdido la capacidad de escucharnos y respetar las diferencias, generan un desequilibrio significativo en términos de salud mental”, comentó el doctor Rodrigo Córdoba, uno de los promotores de la Ley de Salud Mental en Colombia.

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Primeros auxilios psicológicos: una iniciativa del Concejo de Bogotá para la ciudadanía

Según la Veeduría Distrital entre el 2021 y el 2024, se registraron más de 6.200.000 atenciones a personas con problemas de salud, cifras que dan cuenta del ritmo acelerado en el número de seguimientos. 

Desde el Concejo de Bogotá se presentó un proyecto sobre primeros auxilios psicológicos en salud mental, con el objetivo de capacitar a la ciudadanía para actuar frente a situaciones de crisis.

La iniciativa busca que las personas tengan conocimientos básicos para reconocer señales de alerta, brindar apoyo inicial y activar las rutas de atención adecuadas antes de que los problemas se agraven, por lo que incluye un entrenamiento en la materia, y un voluntariado en salud mental.

“Cómo reaccionar, cómo ser esos primeros respondientes, qué hacer si mi hijo tiene una crisis de ansiedad, una crisis de depresión, un intento de suicidio, esos conocimientos mínimos que sin ser profesional en salud me permiten activar las rutas y contener la situación sin hacer daño”, destacó el concejal Julián Rodríguez Sastoque. 

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es uno de los trastornos mentales más comunes a nivel mundial, se estima que aproximadamente el 5,7% de los adultos la padecen, afectando más a mujeres que hombres.

Esta condición puede tener consecuencias graves, incluyendo el riesgo de suicidio, no obstante, existen tratamientos eficaces para los casos leves, moderados y graves, que permiten mejorar la calidad de vida y el bienestar emocional de quienes la padecen.

La depresión es una enfermedad que está clasificada en los manuales estadísticos y diagnósticos en psiquiatría a nivel mundial al igual que la ansiedad”, señaló en Hablemos Bogotá, Milton Murillo, médico psiquiatra.

Reconocerla como enfermedad permite identificar síntomas tempranos, buscar ayuda profesional y acceder a tratamientos eficaces, reduciendo así riesgos como el aislamiento social, el deterioro en la calidad de vida e incluso el suicidio.

“Lo que sucede es que si ya completo más de dos semanas, que este es un criterio clínico importante, en la cual la mayor parte del tiempo mi ánimo es triste, he perdido la capacidad de disfrutar cosas que antes hacía, además de eso empiezo a tener problemas graves de sueño, problemas en el apetito, falta de concentración y lo más llamativo que es la presencia en el pensamiento de ideas de muerte yo debo consultar”, señaló el médico Milton Murillo.

Es fundamental prestar atención a nuestras emociones y pensamientos, hablar con alguien de confianza, apoyarse en familiares y amigos, y buscar ayuda profesional cuando sea necesario, para cuidar la salud mental que afecta también el bienestar físico.

Reconocer que necesitamos apoyo no es un signo de debilidad, sino una forma de proteger nuestro bienestar y prevenir problemas más complejos. 

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