Padres de familia deben más de 260 mil millones a colegios privados
Las directivas de colegios privados de estratos 1, 2 y 3 no pueden más con los más de 260 mil millones de pesos que adeudan los padres de familia.
Una buena parte de los 1150 colegios ha tenido que disminuir su plantel de docentes y otros han debido tomar la decisión de cerrar sus puertas definitivamente.
“La cartera de este año supera los 260 mil millones. Donde más se ve son las localidades más grandes, como Bosa, Kennedy y Ciudad Bolívar”: Pedro Luis Ospina, presidente de la Asociación de establecimientos educativos privados, Adespriv.
Mauricio Vergara Reyes, rector del colegio Copes de Engativá, ha despedido a 25 personas del área administrativa en los últimos tres años. “Estamos casi maniatados. Las herramientas que nos brindan las autoridades son mínimas”, asegura.
Según explica Vergara, los planteles no pueden hacer mucho para presionar a los acudientes. “Lo que pueden hacer las instituciones es retener los informes académicos. El colegio no tiene como práctica, porque no está permitido, excluir los estudiantes que no pagan pensión”, dice.
La situación es peor para instituciones como el colegio Diego Fallon Lasallano, de la localidad de San Cristóbal, que cerrará sus puertas en 2017 después de 55 años de labores.
Entre 2005 y 2016, los progenitores no pagaron pensiones por valor de 100 millones de pesos. La deuda ya va en 160 millones y la mitad de sus 350 estudiantes está en mora.
“Tomamos la decisión de cerrar, porque realmente los padres de familia deben pensiones de años anteriores. A los docentes no se les puede pagar el escalafón que se merece por las deudas”:, lamenta Cristina Isabel Ceballos, coordinadora general del Diego Fallon Lasallano.
Los padres de familia están preocupados por la clausura definitiva del establecimiento educativo. “El colegio es de muchos años de trayectoria. Es preocupante que de un momento a otro nos digan que lo cierran por administración y recursos. Es complicado, porque son bastantes niños los que llevan una rutina escolar. Ellos ya hicieron una vida familiar acá”, expresa Yolanda Muñoz, madre de familia.
En el colegio Liceo Ciudad Capital, los padres no solo no pagan, sino que no aparecen. “Les enviamos una información especial para que se hicieran presentes para entregarles el informe académico y llevar a un acuerdo de pago, pero no lo han hecho posible”, denuncia la rectora Luz Marina Camelo.
Las directivas reconocen que algunos acudientes no pagan, porque sencillamente no tienen recursos. Pero advierten que en muchos casos simplemente no priorizan los educativos.
“Son muchísimas las excusas que utilizan los padres. Lastimosamente ellos les dan prioridad a otras deudas. En ocasiones dejan de último el pago de obligaciones tan importante como la educación de sus hijos”, revela Mauricio Vergara.
Aquellas familias que no tengan la posibilidad de seguir pagando una institución privada pueden acercarse a la Secretaría de Educación para trasladar a los menores a un colegio distrital.
“En las direcciones locales de educación contamos con un equipo de trabajo para reubicar a los niños en los diferentes establecimientos educativos oficiales que tiene la ciudad”, cuenta Jorge Celis, subsecretario de integración interinstitucional.
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