Radio Sutatenza: una historia para imaginar otras formas de enseñar y aprender

¿Sabías que muchos de nuestros abuelitos y abuelitas estudiaron gracias a la radio? Sí, así como lo oyes. Antes no había internet, ni siquiera televisión en muchos hogares. Pero un día, la escuela empezó a llegar a la vida de muchas personas a través de las ondas de la radio. ¡Aquí va la historia!
Radio Sutatenza: una emisora que fue el aula de clases de muchos campesinos
Hace muchos años, en 1947, en un pueblo llamado Sutatenza, en Boyacá, vivía un sacerdote llamado José Joaquín Salcedo. Era un hombre que se preocupaba mucho por los campesinos que no habían tenido la oportunidad de aprender a leer ni a escribir. Un día pensó: “¿Y si usamos la radio para educar?”. Así, nació Radio Sutatenza, una emisora que no ponía sólo canciones y noticias, sino que daba clases, desde escritura hasta de agricultura.
Los programas de Radio Sutatenza eran como tener un profe que llegaba a todas partes a través de la radio. No importaba si vivías en una montaña o a la orilla del río. Sólo necesitabas un radio y disciplina para ser uno de los alumnos.
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Muchas personas aprendieron junto a sus papás, mamás, tíos y abuelitos y como no todos tenían radios, el padre Salcedo se las arregló para que, quienes pudieran, donaran de estos aparatos que en muchos casos solo sintonizaban Radio Sutatenza.
Además de los programas, había un periódico llamado ‘El Campesino’, que llegaba los domingos a las iglesias. También se repartían cartillas con dibujos y discos para complementar las clases. Una vez, incluso hubo una campaña muy curiosa que se llamó “Un libro por un huevo”; las personas llevaban huevos a cambio de libros. Así todos podían aprender, sin importar si tenían dinero o no.
En Radio Sutatenza también existían espacios para hablar de temas como: cómo alimentarse mejor, cómo cuidar la salud, cómo trabajar en equipo, respetar a los demás y amar la naturaleza. Y todo esto, con un lenguaje fácil y cercano para que todos entendieran sin problema.
Gracias a la radio, se crearon Escuelas Radiofónicas, donde la gente se reunía a escuchar las clases y ayudarse entre sí. Aparecieron los Auxiliares Campesinos, que eran personas del campo que ayudaban a enseñar lo que aprendían en la radio.
Todo lo que estaba sucediendo en nuestro país llegó a oídos de la ONU y de la UNESCO. Personas de muchos países vinieron a Colombia para aprender de este proyecto y llevarlo a otras partes del mundo. ¡Radio Sutatenza fue un ejemplo para todos!
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Así, por 47 años, Radio Sutatenza enseñó a millones de campesinos, con una manera de entender la escuela que hizo que este modelo de educación popular se convirtiera en un referente. Pero con el tiempo, llegaron la televisión, las nuevas emisoras y muchos cambios tecnológicos, lo que hizo que en 1994 se transmitiera la última clase por radio, pero su legado fue tal, que hoy muchos siguen llevando a Radio Sutatenza en el corazón.
Pero la historia no termina ahí. La organización que la creó, llamada ACPO (Acción Cultural Popular), sigue trabajando hoy en día. Ahora tienen Escuelas Digitales Campesinas, donde se enseña usando internet, celulares y computadores. Definitivamente, Radio Sutatenza abrió un camino que permitió que aprender y enseñar no solo fuera posible en un salón de clases.
Con esta historia, pregúntale ahora a tus papás, mamás, abuelitos y abuelitas si escucharon de Radio Sutatenza, y que sean ellos los encargados de contarte cómo vivieron estos tiempos y qué era lo que más les gustaba.