Enzo tiene 7 años y vive una vida tranquila con su mamá pero es tan libre como se lo permite su imaginación, la herramienta multiusos con que descifra el mundo, expresa sus sentimientos y busca soluciones disparatadas a problemas cotidianos. Es un niño de disposición alegre y buenos sentimientos, pero teniendo aún una brumosa noción del bien y el mal, puede ser despótico, egoísta e incluso cruel cuando quiere algo. Su particular punto de vista es el producto de lo que ve en su casa, en las pantallas, en la naturaleza y en los adultos, que a excepción de su mamá siempre se acomodan a la realidad que va inventando a su paso.
¡NO EXAGERES, ENZO! – ¡No Exageres, Enzo!





