Presidente Gustavo Petro designó al ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso como Gestor de Paz

En adelante, la colaboración de Salvatore Mancuso debería entregar más resultados de los que hasta ahora se han conocido, y su aporte debería ser vital para lograr encontrar verdad, reparación y garantía de no repetición

Con el siguiente trino en su cuenta de Twitter, el presidente Gustavo Petro designó al ex jefe paramilitar como gestor de paz: “El proceso de paz entre el gobierno de Uribe y los paramilitares aún no ha terminado, aún no se sabe toda la verdad, las haciendas entregadas en parte se han perdido en manos del Estado, recicladas a nuevos grupos que heredan el paramilitarismo, muchos cuerpos de víctimas aún no han sido encontrados. Para terminar el proceso y lograr la completa paz he decidido nombrar a Salvatore Mancuso como gestor de paz”. 

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Mancuso, detenido desde hace alrededor de 10 años en una cárcel de Estados Unidos, respondió la designación de la siguiente manera: “Recibo esta decisión con la misma convicción con la que ha sido tomada, la de trabajar por lograr una paz total, integral, absoluta y duradera, que pueda ser heredada por otras generaciones de colombian@s que no merecen vivir lo que nosotros torpemente hemos vivido”.

Salvatore Mancuso, uno de los jefes paramilitares que sembró de muerte y desplazamiento gran parte del territorio nacional durante finales del siglo veinte y los primeros años de la nueva centuria, fue enviado a territorio estadounidense por el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez junto a otros líderes de esas organizaciones, donde eran reclamados por el delito de narcotráfico. Los paramilitares advirtieron que los enviaban a ese país para intentar ocultar la verdad de los nexos de dirigentes políticos, empresarios y gobernantes con los delitos cometidos por estos agentes al margen de la ley.

Entre las víctimas de los grupos paramilitares, la designación de Mancuso despierta la esperanza para saber la verdad acerca de la responsabilidad de esos actores y sus cómplices del conflicto en cuanto a crímenes, desplazamientos y desapariciones, entre otros delitos.

Por: Mauricio Pichot