Así funcionan las Casas Refugio en Bogotá, espacios anónimos para mujeres en riesgo
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, a la par de diversas iniciativas de la jornada en la ciudad y en el país, le pusimos la lupa a una apuesta con la que se busca salvar la vida de las mujeres.
Las Casas Refugio en Bogotá son espacios anónimos a donde pueden acudir las mujeres que se sientan vulneradas o en riesgo. Estos escenarios están equipados para el acompañamiento psicosocial con personal especializado en atención de género.
Estos refugios salvan la vida de las mujeres pero también de sus familias: en caso de que los hijos o hijas corran riesgo, también son recibidos en las Casas.
Una segunda oportunidad desde un entorno seguro
La consolidación de las Casas Refugio se enmarca, entre otras directrices constitucionales, en la Ley 1257 de 2008, la cual se enfoca en la sensibilización, prevención y sanción de cualquier forma de violencia contra las mujeres. Fue de estos puntos iniciales que se gestó la idea en la capital de crear espacios seguros para ellas.
“En estos espacios, además de garantizarse el alojamiento, alimentación, vestido y transporte de manera gratuita, las personas acogidas participan en procesos que buscan impulsar el ejercicio pleno de sus derechos, su autonomía y habilidades. Para ello, el modelo está basado en el desarrollo de acciones de índole psicosocial y socio jurídica por parte de un equipo interdisciplinario integrado por profesionales en primeros auxilios, derecho, nutrición, pedagogía, psicología y trabajo social”, indica el Distrito en su página oficial.
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En principio, una mujer puede hospedarse en una Casa Refugio por 4 meses —que se podrían extender 2 meses más según la situación— mientras se hace el análisis de su situación social y familiar y se toman decisiones al respecto. Vale resaltar que, cualquier paso a seguir después de brindarles la protección adecuada, tiene asesoramiento de todos los frentes con el fin de salvaguardar su vida y reivindicar su integridad.
En Bogotá hay 6 Casas Refugio. Debido a la eficacia de este tipo de alternativas, hay colectivas que prestan estos servicios como la Casa de la Mujer, en la cual, si bien no hay forma de alojamiento, sí hay procesos de acompañamiento y restauración de derechos.
“Aquí son acogidas las mujeres víctimas de violencia y de intento de feminicidio. Hay un modelo, llamado tradicional, que tiene que ver con la necesidad de una medida de protección que dan las comisarías de familia o la Fiscalía y nosotros acogemos a esas mujeres”, indicó Laura Tami, secretaría de la Mujer.
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Tami también enfatizó en que existen otros niveles de análisis de casos en los cuales, cuando el riesgo es latente, cuando el peligro es inminente, acogen a las mujeres sin necesidad de la medida de protección fiscal.
Por supuesto, cada caso es un mundo en sí mismo y tiene sus particularidades.
En las Casas Refugio impera el anonimato y la discreción: para salvar la vida de una mujer en un entorno de riesgo se mantiene su identidad bajo reserva en tanto se realizan los procedimientos judiciales y psicológicos correspondientes.
“Las Casas Refugio no son hogares de paso o lugares de estadía. Realmente buscan disminuir el riesgo en la mujer”, aclaró la abogada María José Gómez.
Quienes deben estar encerrados son los agresores, no las mujeres
Pese a que las Casas Refugio se han convertido en medidas efectivas para mitigar hechos de violencia contra la mujer, el mensaje de las expertas radica en la contundencia del sistema penal colombiano: si no hay consecuencias concretas frente a los hechos delictivos contra las colombianas, nada cambiaría respecto a una realidad cimentada en el temor.
Tal como indica la abogada María José Gómez, “¿por qué si la mujer es la víctima es a quien tenemos que sacar de su entorno social para que pueda estar protegida? Bueno, es una respuesta ante la falta de institucionalidad”.
La Secretaría de la Mujer, además de fortalecer el sistema de Casas Refugio, espera crear un espacio destinado por completo a la salud mental.
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